Gana dinero fácil por internet

viernes, 15 de marzo de 2013

Chupe de Pollo

El chupe es una sopa muy tradicional en América Latina, especialmente en Perú pero que se ha hecho un hueco en la cocina venezolana. Se puede hacer de camarones, de gallina o de res, entre otras cosas, pero en esta ocasión, presentamos una receta hecha a base de pollo. El chupe de pollo es una deliciosa sopa ideal para compartir esos momentos de familia en un domingo o cualquier día especial.




Ingredientes:

1 pollo grande o 6 pechugas de pollo con hueso
4 mazorcas de maíz cortadas en ruedas
2 ajos porros
1 paquete de cilantro
2 cebollas
4 ajíes dulces
6 dientes de ajo
6 tazas de agua
6 papas grandes cortadas en cuadritos
300 g de queso blanco blando o palmita
½ litro de crema de leche
1 lata de crema de maíz grande (225 g)
1 lata de maíz en grano grande (225 g)
Sal al gusto

Preparación:

Colocar las seis tazas de agua en una olla grande.
Picar el pollo, quitarle la piel y hervirlo en el agua junto con las mazorcas de maíz picadas en trozos, las cebollas picadas, los ajosporros, los ajíes dulces, los ajos machacados, la sal y la pimienta.
Dejar hervir por aproximadamente una hora y luego sacar los pollos y los trozos de mazorca de maíz.
Enfriar el caldo y colarlo.
Picar el pollo en cuadritos o desmecharlo.
Picar las papas en cuadritos y cocinarlas en el caldo de pollo.
Cuando todo esté cocido, agregar el pollo picadito, la lata de maíz en crema, la lata de maíz en granos y los trozos de mazorca de maíz. Si es necesario, sazonar con sal y picante al gusto. Al momento de servir, agregar la crema de leche y a cada plato el queso blanco blando cortado en cuadritos y cilantro picadito.

jueves, 7 de marzo de 2013

Queso Ricotta Casero


El queso ricotta es usado en infinidad de recetas tanto dulces como saladas, ahora que está tan de moda tener libros de cocina de diversos países, siempre aparecen en sus índices alguna preparación donde se utilice ese queso. Y la verdad sea dicha el mayor problema que le veo ha sido el encontrarlo, porque por lo demás me parece delicioso. Por lo que cansada de buscarlo de tienda en tienda os traigo una receta de cómo hacer queso ricotta casero que puede sustituir perfectamente al comercial.
El queso ricotta es un queso de subproductos. Su nombre ricotta, que significa cocinar otra vez, hace referencia a su método de producción utilizado en su elaboración. Y es que este queso se hace a partir del suero drenado de quesos como mozarella, provolone y otras variedades. Aunque normalmente se combine con leche, tanto entera como descremada de vaca, para obtener el producto final. Para elaborarlo nosotros mismos vamos a necesitar unos ingredientes muy sencillos y que normalmente hay en todas las neveras.

Ingredientes para hacer queso ricotta en casa

500 ml de leche entera o desnatada, 200 ml de nata líquida, 1 y 1/2 cucharadas soperas de vinagre blanco de calidad, 1 cucharadita de sal

Cómo hacer queso ricotta casero

Comenzaremos calentando la leche con la nata y la cucharadita de sal. La llevamos hasta ebullición, cuando comience a hervir retiramos la olla del fuego y le añadimos el vinagre, removiendo bien para que se mezcle. Veremos que al cabo de cinco minutos la leche se empieza como a cortar y formar grumos.
Cuando pase este tiempo es el momento de pasarla a un colador con una gasa para drenar el suero. Dejarlo escurrir como mínimo una hora, apretar la gasa de vez en cuando para que suelte bien el líquido. Cuando pase la hora ya se podría usar, pero si no tenemos prisa se puede dejar ocho horas escurriendo en el colador refrigerado. Después guardar en un recipiente hermético, siempre en la nevera.
paso a paso queso ricotta
Tiempo de elaboración | 90 minutos
Dificultad | Fácil

Degustación

El queso ricotta es un producto que tiene poca duración por lo que no se debe de consumir si al abrir el recipiente hubiera cambiado su color blanco puro por un tono amarillento. Debe de usarse como mucho en cinco días después de su elaboración, mantenerlo siempre tapado y con poca cámara de aire en el interior del recipiente.

Queso Casero


El queso fresco se obtiene por distintos procesos a partir de leche generalmente de vaca pasteurizada, pero también de oveja y cabra. Entre ellos y el que vamos a ver aquí, denominadocoagulación ácida que se basaría en añadirle un ácido ya sea cuajo, zumo de limón o bien bacterias de tipo estreptococos. Esto provocará que la lactosa, que es el azúcar que contiene la leche, pase a ser ácido láctico que hace que las proteínas lácteas coagulen transformándose en compuestos más simples que son también mucho más digeribles por el organismo.
Este sería el método tradicional, a nivel industrial también se produce queso fresco porultrafiltración. La leche se pasaría por una serie de membranas en las cuales quedarían retenidas la grasa y las proteínas. Posteriormente, se añade al envase y se le adiciona el cuajo, con lo que por este método el queso fresco ya se forma en el propio recipiente.

Principales tipos de queso fresco

No se debe confundir o hacer sinónimo al queso fresco con el queso de Burgos, ya que este no es ni mucho menos el único. En nuestro continente sin ir más lejos, encontramos gran variedad de quesos frescos tales como mozarella, quark, queso feta, ricotta o requesón. Pero también los conocidos Villalón, mascarpone o un poco más lejano el cotagge, muy popular en Estados Unidos.
mozzarellamarinada1.jpg

Valor nutritivo del queso fresco

En la leche existe un noventa por ciento de agua en su composición, reduciéndose el porcentaje al aproximadamente el setenta por cien en el queso fresco, esto hace que se concentren los principios nutritivos que posee la leche en pequeñas porciones.
Destacan formando parte de su composición, proteínas de alto valor biológico, calcio de fácil asimilación pero también minerales como el magnesio, fósforo y vitaminas del grupo A, B y D. Siendo la cantidad de grasa variable en función del tipo de leche y de si se le añade nata y azúcar.
El queso fresco destaca por lo versátil que es en la cocina, su alta capacidad nutritiva, así como por su bajo contenido en grasa en comparación con otros quesos. Además suele ser muy bien aceptado por los niños debido a su sabor suave y poco ácido.

Cómo prepararlo fácilmente en casa

Desde muy antiguo el queso fresco era alimento de pastores y campesinos. Hoy es sencillo encontrar cualquiera de las variedades antes citadas en el lineal del supermercado, disfrutando de gran cantidad de marcas, tamaños y variedades. Pero hacerlo en casa es bien sencillo y gratificante, pues no necesitamos de cuajos especiales ni reposos largos, pudiendo prepararse con o sin molde.
Por eso hoy vamos a ver cómo hacer un pequeño queso fresco casero que os sorprenderá por su textura y sabor, puesto que es bastante distinto al industrial que suele presentar una textura más lisa y algo gelatinosa.
Queso fresco
Para hacerlo vosotros mismos solo necesitaréis de unos ingredientes bien sencillos, un litro de leche fresca pasteurizada, cuarenta y cinco mililitros de zumo de limón y un pellizco de sal. Este que os traigo hoy lo voy a enriquecer con la mitad de un yogur natural y dos cucharadas de nata, que podéis suprimir tranquilamente si no le queréis añadir más grasa que la que trae ya la leche de por sí. Como instrumentos necesitaréis una olla alta, un colador grande, una gasa como las de los pañales de bebé y un bol para recoger el suero.
Comenzaremos calentando el litro de leche que no puede ser de tetra-brick sino fresca pasteurizada, de la que encontráis en las neveras de los supermercados donde los lácteos. A fuego muy lento la iremos calentando hasta que comience a formar pequeñas burbujas alrededor de la olla, en este momento la retiramos y la dejamos reposar unos veinte minutos.
Cuando pase este tiempo añadimos el zumo de limón, el yogur y la nata, revolvemos para integrar los ingredientes y volvemos a dejarlo reposar otros diez minutos.
queso fresco
Llevamos de nuevo la olla al fuego y calentamos a fuego medio hasta que veamos que la leche se corta y se separa en una parte sólida y otra líquida. Añadimos la sal y removemos. Preparamos un colador al que hemos colocado una gasa grande y vertemos la mezcla haciendo un hatillo, escurriendo nuestro queso fresco. Lo dejamos drenando durante treinta minutos como mínimo en la nevera. Podemos darle forma en un recipiente de plástico como por ejemplo una terrina de mantequilla vacía. Cuando coja forma lo pasamos para un plato.

Conservación y consumo

El queso fresco debe de estar siempre refrigerado y en la parte más fría de la nevera, a una temperatura no superior de cuatro grados centígrados. Este tipo de queso posee mucha agua en su composición lo que lo hace blanco fácil de hongos y bacterias. Se debe de consumir por ello rápidamente en unos pocos días.
Cuando lo vayamos a tomar se puede degustar solo o bien como entrante o postre acompañándolo con miel, frutos secos, dulce de membrillo o formando parte de una ensalada. Además lo podemos usar en preparaciones de horno como es el caso de las tartas de queso.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Risotto de Jamón

Risotto de jamón
El risotto se prepara a base de muchos ingredientes y puede combinar diferentes vegetales, con jamón, pollo, tocinetas, mariscos y muchos alimentos más, hoy les daré la receta del Risotto con jamón un plato rico y sencillo que espero les guste.


Ingredientes

2 lonjas de jamón planchado
Un vaso de aceite de oliva
3 cebollas
3 tomates
2 tazas de arroz preferiblemente arbóreo
3 tazas de caldo
Un vaso de vino blanco
Una taza de guisantes cocidos
100 g de queso rallado
Sal y pimienta al gusto

Preparación

Corte las 2 lonjas de jamón en trozos similares y reserve.

Aparte, caliente 3 cucharadas de aceite y saltee allí las cebollas finamente picadas cuidando de que no se doren.

Pele los tomates, retire las semillas y corte la pulpa en pequeños dados.

En una olla, caliente el resto de aceite y añada el arroz y saltee sin dejar de revolver.

Antes de que tome color, añada el caldo previamente caliente y el vino blanco; luego añada las cebollas, el jamón, los tomates, los guisantes y el perejil finamente picado.

Salpimiente y, cuando empiece a hervir, reduzca el fuego al mínimo.

Tapar y dejar cocinar sin revolver: Acabada la cocción, retirar la olla del fuego y añadir la mitad del queso y mezcle.

Vierta el arroz en una fuente y espolvoree con perejil y el resto de queso rallado.